OPINIONES SOBRE NOSOTROS
16/03/2017
Hola soy Mónica y llevo a mi hijo a integración sensorial en el centro SALUDE, y es totalmente recomendable, desde las primeras semanas notamos como empezaba a comunicarse mejor con nosotros y a pronunciar palabras, ademas de regularle mucho su sistema vestibular y notarle bastante mas relajado y sobretodo,lo más importante: FELIZ!!!
Mónica G.
26/03/2017
La atención hacia nuestro hijo es inmejorable. Desde el primer día el niño esta feliz de asistir a esa actividad, le encanta y le hace feliz.
En cuanto a sus cambios. Hemos observado como se va abriendo cada vez mas, de ser un niño tímido y retraído ha pasado a hablar con desconocidos por la calle.
En los parques tardaba un tiempo en ponerse a jugar, primero observaba la situación y luego si le parecía adecuado se ponía a jugar, ahora se acerca a cualquiera sin reparos y empieza a disfrutar. Le vemos mas activo y feliz. Nuestros amigos nos han dicho que han notado un cambio en el niño con la relación con los demás.
A la hora de trabajar, la profesora nos informa de que, gracias a los ejercicios de activación, el niño trabaja mas rápido y le ve feliz.
En fin, el contento y nosotros más, encantados con la evolución de Erik y con el trato que tanto el como nosotros recibimos.
Silvia
26/03/2017
Yo llevo a mi hijo a terapia de integración sensorial con Johana León. Es buenísima, Pablo, que no es fácil,conectó muy bien con ella desde la primera sesión.
Yo estoy encantada con los avances del niño. Es impresionante lo que mejoran.
Maria Beloso Gonzalez
Psicóloga Clínica
Directora de Psicoterapiaymas
02/04/2017
Una sesión con Joanna es una sesión abierta a la sorpresa. El niño entra en un mundo en el que, a través del juego y de la fantasía, va mostrando sus fortalezas y debilidades y al mismo tiempo se trabaja con ellas sin que en ningún momento se vea obligado a hacer algo que no desee. Se enfrenta a frustraciones con el viento del norte, experimenta su cuerpo a través del movimiento, viaja en barco o en avión, salta como un conejo o vuela como un pájaro. En todo momento explora sus sentidos, sobre todo la vista, el oído y el tacto, descubriendo como le afecta y qué le produce, ya sea con pequeñas vibraciones o viajando por estrechos túneles. Da rienda suelta a su creatividad construyendo castillos, casas, ríos o puentes, jugando a hacer obras o buscando dinosaurios.
En todo momento es el niño el protagonista de su propia historia, pero con un ritmo pautado y controlado en todo momento por la terapeuta. Esta acepta las ideas y sugerencias del niño y las utiliza para desarrollar con él su trabajo. Las adapta, modifica y propone según lo que quiere trabajar, pero sin forzar ni manipularle, manteniendo siempre un franco diálogo con él.
Por todo ello nosotros estamos muy contentos con Johanna, es una profesional excelente y está ayudando mucho a nuestro hijo adaptándose a su ritmo y necesidades. Muestra una gran sensibilidad hacia los niños, sabe comunicarse muy bien con ellos y transmite mucha cercanía. Lo cual unido a que es una gran profesional, hacen de ella una terapeuta magnífica. Totalmente recomendable.
Cristina y Rodrigo
04/04/2017
A través de una recomendación contacté con Johana en Julio del año 2016. Le comenté la situación y enseguida nos pusimos manos a la obra. Inicialmente realizó una valoración para definir como tendría que ser la intervención que El Niño, según sus necesidades y forma de ser, necesitaba. Esto fue especialmente relevante para nosotros ya que buscábamos una intervención efectiva, a la vez que respetuosa, y así ha sido en todo momento.
En poco tiempo hemos comprobado los progresos que el niño realiza gracias a la integración sensorial en distintos ámbitos de su vida, siempre de una forma amena.
Por otro lado, la comunicación con Johanna siempre ha sido muy fluida. Sin duda es una gran profesional.
27/03/2018
Beltrán presenta dificultades en rutinas básicas que se manifiestan sobre todo en forma de rabietas, miedos o aislamiento. En el momento de la comida es cuando más patente se hicieron, por su enérgico rechazo a numerosas comidas.
Parece que le costara un poco más de lo habitual madurar emocionalmente y afrontar estas rutinas como un niño de su edad lo haría. Desde que comenzó con las sesiones, está tolerando mejor la frustración y sus rabietas son menos habituales y de menor intensidad. Está socializándose con más normalidad cuando está lejos de su familia y adaptándose mejor a situaciones nuevas. En cuanto a la comida, se ha logrado que se mantenga sentado en la mesa, que tolere tener delante platos que no le gustan, ha llegado a probar alimentos nuevos...
Estamos muy satisfechos con las sesiones y orgullosos de cómo evoluciona nuestro hijo."
Saludos,
Laura F.
28/03/2018
Soy mamá de un hijo de dos años. Me empecé a preocupar por él, cuando llevándole a una actividad de cuentacuentos con muchos niños, (En torno a un año) el me demandaba brazos todo el rato y no salía a explorar como el resto de los niños. También cuando íbamos x la calle y el niño ya con capacidad para andar parecía que se asustaba con la gente de la calle y si se le acercaba alguien demasiado me pedía aúpa. Casi cumplidos 2 años tuvo un periodo de dos meses donde no podíamos ni vestirle, ni cambiarle el pañal, ni que se sentara un niño cerca y ahí es cuando buscamos ayuda de Salude, de Johana.
En el parque cuando algún niño se le acercaba o invadía el espacio me demandaba AP.
Tuvimos dos meses que tardábamos en torno a una hora y media poderle vestir, no quería que le quitáramos la ropa y cuando se la quitábamos tampoco quería vestirse. Empezamos a seguir las pautas de Johana y fue muy rápido el cambio a nivel táctil y propioceptivo. Enseguida ha cogido seguridad y el cambio ha sido grandísimo. No le importa que se le acerque un nene, si alguno le invade su espacio ya tiene herramientas para decirlo, poco a poco se va moviendo en el parque sin la compañía de su papá o mamá. Ahora mismo pide ir al parque, algo que era impensable hace solo dos meses. Todavía no se siente cómodo en sitios con mucha gente, y necesita estar un ratito con papá y mamá, pero después está empezando a explorar el entorno con poco apoyo físico de sus padres, pasando a ser más visual. Un gran avance y nosotros los papás estamos empezando a disfrutar de ello.
04/04/2018
Comenzamos la terapia a finales del mes de septiembre, en esa fecha A. tenía problemas con la comida y problemas de actitud:
- Problemas de comida porque rechazaba la mayoría de los alimentos sin probarlos y los pocos que aceptaba comer los comía mal, muy poca cantidad y siempre con conflictos porque no quería sentarse a la mesa, se ponía muy nervioso, no obedecía….
- Problemas de actitud porque nunca quería bañarse, nos costaba muchos que se vistiera, lavara los dientes, las rutinas diarias, llegando a ponerse violento (pegando o insultando) al familiar que estuviera en ese momento a su cargo. A parte se frustraba con mucha facilidad, no podía controlarse.
- También tenía problemas con los juegos, ya que solo quería pasar el tiempo con la tableta y casi nunca quería jugar a otros juegos.
En los seis meses que ha durado la terapia hemos notado que sus enfados y frustraciones han ido disminuyendo e incluso cada vez que se enfada ya logra controlarse más, expresa mejor lo que siente o las cosas que le pasan fuera de casa. También acepta mejor las rutinas diarias, sigue habiendo conflictos, pero ya los realiza mejor e incluso en algunas ocasiones solo.
Con la tableta, reducimos el tiempo que debía pasar con ella, siempre con su aprobación y llegando a acuerdos, a día de hoy solo juega con ella los fines de semana una hora, en el resto del tiempo lo pasa jugando a sus juegos favoritos y a parte le ofrecimos otros nuevos como pintura, música o las plastilinas.
En cuanto a la comida, A. dejo de ir al comedor del colegio y reduje mi jornada para poder estar con él en las comidas. Al principio le costó aceptar las normas pero en poco tiempo A. tenía una actitud mucho más calmada a la hora de comer aunque no comiese bien pero si hubo un cambio en sus actitud a esa hora, hasta que creamos un grupo de wasap entre nosotros sus padres y Johana. En este grupo mandábamos vídeo de A. a la hora de las comidas y ellas nos iban dando consejos. Estos consejos nos han sido muy útiles y a día de hoy la comida que acepta comer, come más cantidad y a un ritmo más adecuado. La que no acepta comer poco a poco se las vamos ofreciendo como nos han ido pautando y el niño poco a poco va aceptando comer más cantidad de estos alimentos.
Patricia G. R.
27/09/2018
Tengo una hija, llamada Vega, acudí a la terapia de Johana, por detectar en mi peque que algo no ¨enganchaba¨ en la adquisición de conocimientos básicos frente a otros peques de su misma edad, no iba a la par; una vez descartado patología orgánica y tras mucho buscar, dimos con ella.
Fuimos durante un año, un día a la semana a la terapia. Hoy ya terminamos.
Desde el inicio estaba todo muy orientado a los peques, además de individualizado, con las terapias dieron ese empujón que necesitaba Vega. Nadie hasta ese momento me indicó que todas las limitaciones que la niña se ponía para realizar ejercicios físicos tenía relación con la capacidad de adquirir conceptos o repetir un cuento...
El equipo, capitaneado por Johanna hizo que todo fuera fácil, y con el trabajo diario, comunicaciones semanales resumiendo lo trabajado, hicieron que Vega, acabara con las sesiones como ya nos indicaron en el inicio de la terapia.
Seguimos caminando despacito y con buena letra, con trabajo diario, pero la coordinación, la adquisición de conceptos... con la orientación y trabajo hecho en la terapia y luego en casa, han hecho que Vega haya tenido una respuesta adaptativa acorde a su nivel.
Estamos muy agradecidos de haber conocido a Johanna, una gran profesional y muy buena persona. Que se ocupa y preocupa.
María Luisa D. P.
08/03/2019
Nuestro hijo no quería hacer caca. Desde los 6 meses que empezamos a introducir la alimentación complementaria teníamos que ayudarle cogiéndole en brazos, de pie sobre nosotros, y después, cuando le quitamos el pañal, cogiéndole en vilo sobre la taza del water, mientras lloraba y pataleaba, para conseguir que hiciera caca cada 2 o 3 días. Además, a esos momentos de crisis se juntaba no querer hacer pis para no tener que hacer caca, y que eso supusiera escapes en algunas ocasiones, no querer comer, llegar incluso a vomitar...
Y por eso decidimos pedir ayuda y empezar la terapia el equipo de Salude que, desde el primer día ha sido muy fácil y satisfactoria, tanto para él como para nosotros.
Desde el primer momento la terapeuta nos escuchó sin prejuzgarnos y nos ayudó a afrontar la situación con más calma de lo que lo habíamos hecho hasta ese momento, dándonos ideas y herramientas que poco a poco fuimos poniendo en práctica.
En muy poco tiempo, apenas un par de sesiones, dimos un paso muy grande al dejar de cogerle en brazos y que fuese él el que se sentara (aunque sujetándole para que no se escapara) para hacer caca.
Y solo unas semanas después (6 sesiones desde el comienzo del tratamiento) había conseguido interiorizar el proceso de tal manera que ya no era un momento dramático ni negativo sino que casi se había convertido en una fiesta.
Increíble. Un cambio radical de actitud, de seguridad en si mismo (que le ayuda además en muchos otros ámbitos), gracias al trabajo en casa y a las sesiones con la terapeuta en la escuela que han sido fundamentales para normalizar todo el proceso. El vínculo creado en tan poco tiempo entre el niño y la terapeuta ha sido clave para conseguir el objetivo.
Sin duda recomiendo el trabajo del equipo de Salude por su profesionalidad y su trato para este o cualquier otro problema.
Un abrazo, Alicia
12/07/2019
Hola Johanna, Siento mucho el retraso que tuve en cumplir con mi promesa. Ahora que ya llevo un ritmo algo más relajado y establecido puedo dedicar a este tema el tiempo que hará falta.
Mi experiencia cabría dentro de las siguientes 3 palabras, "La nueva esperanza", porque es justo la emoción que llegué a vivir al ver por la primera vez el centro de Salude terapia al lado del colegio de mi hijo. Mi hijo llevaba años arrastrando un retraso global causado por retraso en desarrollo psicomotor desde los 4 meses cuando le diagnosticaron con hipotonía fuerte. Desde entonces me quedé en casa para hacer ejercicios de estimulación con él ya que rechazaba cualquier tipo de tacto o intervención por la parte de personas ajenas y lo único desde entonces que hicimos fue hacer estimulación en casa y seguir con los médicos que hacían valoración de sus avances. Así llegamos hasta la primaria que empezamos sin mucho ánimo ya que mi hijo se veía muy diferente e incapaz de hacer muchas cosas que ya sabían hacer sus compañeros. Aunque a nivel académico le iba bastante bien, en plan social era un desastre. Justo cuando ya andaba desesperada porque después de haber tenido varias reuniones con sus profesoras entendí que no íbamos a avanzar con la situación, vi cartel de Salude y pude echar un vistazo dentro. Está el gimnasio de mis sueños, algo que hubiera montado yo misma para mí hijo si tuviera dinero, claro. Y las chicas que estaban ayudando a los niños eran super simpáticas, pacientes y respetuosas con ellos. Sentí como esperanza cobraba fuerza en mi corazón y sin dudar ni un segundo entré y pedí cita con la directora del centro. Así empezamos y ahora, desde que han pasado 7 meses de terapia que recibió mi hijo, estoy más que contenta y agradecida al equipo de Salude, que ayudaron a mi hijo a abrirse hacia el mundo exterior, a superar muchos de los miedos que tenía y a ganar más confianza y seguridad a la hora de tratar con los demás niños y mayores. Salude le dio un empujón definitivo para salirse del caparazón y empezar a vivir todo tipo de experiencias. Lo que me gustó mucho es el interés que pone la directora del centro y sus ayudantes en cada niño con su caso único. Fue todo un detalle por su parte elaborar consejos para los profesores de mi hijo para que pudieran ayudarme con técnicas adecuadas avanzar en el cole. ¡Creo que el cambio que vemos ahora es alucinante!
P.S. Espero que siga con las ganas de volver a Salude después de las vacaciones de verano. En cuanto pueda, te mandaré la redacción en inglés! Un abrazo fuerte y felices vacaciones!
Anna
19/10/2020
Vengo a contaros la evolución de luca desde que conocimos el increíble espacio que Johanna nos ofrece en diferentes puntos de Madrid .
La verdad es que descubrir lo qué era la integración sensorial dió sentido a muchas de nuestras situaciones del día a día con Luca que nos costaba comprender y gestionar, saber lo qué le pasaba a su cuerpo, a su sistema nervioso fue el primer paso para poder acompañar a Luca.
Después gracias a Johanna, fuimos descubriendo todas las capacidades que luca tenía , y lo que es más bonito descubriéndoselas a Luca.
En muy poco tiempo pudimos notar como crecía la confianza en su cuerpo, trepando por árboles o paredes , siendo antes impensable en luca, durante el confinamiento Luca sufrió el no poder acudir a la terapia, y cuando regresó puso muchas ganas cada día que acudía a Salude.
Quiero contaros lo que sucedió en concreto hace dos semanas , Johanna me puso al corriente de que la sesión había sido intensa porque había visto que Luca estaba receptivo, que observase por favor cómo expresaba verbal o físicamente los resultados de este día, al día siguiente observo perpleja que en su primer día de natación en una piscina nueva con compañeros y monitor nuevo, se sube como el resto de compañeros decidido a un trampolín de altura considerable y salta sin pensarlo , una, dos, tres, hasta cuatro veces ....
..le veo disfrutar , ...al rato ese mismo trampolín lo convierten en un tobogán gigante con tapices de plástico y presencio atónita, como de nuevo, sin dudar , sube y se deja caer por el tobogán sin miedo y disfrutando del reto..
Al terminar llego a casa y le cuento todo lo sucedido a Johana, estamos sorprendidos de la respuesta de Luca y sobretodo de verle feliz, el Luca antes de que empezaremos a ir a terapia no se hubiese atrevido si quiera a subir al trampolín o lo hubiese hecho por presión pero hubiese estado en tensión sin disfrutar , bloqueado.
No puedo más que agradecer a Johana su cercanía y profesionalidad, ahora hemos conseguido que por fin el centro educativo al que va luca comience a comunicarse con Johanna para trabajar en equipo con la tutora y especialmente la profesora de educación física, ya que cuesta mucho que las personas ( incluso del ámbito educativo ) comprendan qué es la integración sensorial, me parece súper importante darlo a conocer para que desde el colegio puedan poco a poco dar respuesta a algo que es más frecuente de lo que pensamos y que trabajado a tiempo puede mejorar calidad de vida en l@s niños considerablemente.
Muchas gracias Salude y muchas gracias Johanna por tu humanidad, calidez y profesionalidad.
Fanny
18/06/2021
Desde el primer momento que tuvimos contacto con Johanna, nuestra experiencia ha sido positiva. Su trato con mi hijo de 10 años ha sido siempre respetuoso y amable.
Tiene una delicadeza característica que la hace muy cercana y ayuda enormemente a que los niños y niñas se sientan seguros con ella, en un ambiente de cuidado y respeto. Mi hijo sale de cada sesión con Johanna sintiéndose bien, reconociendo sus fortalezas e identificando los aspectos en los que tenemos que seguir trabajando juntos tanto en casa como en las sesiones. La energía sanadora que Johanna le transmite en cada una de sus sesiones le dura varios días, es un gusto verle así. Gracias Johanna por tu trabajo y por tu compromiso con el bienestar de nuestras criaturas.
Gabriela
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19/01/2022
Johanna León es una terapeuta super-respetuosa y una persona con una calidad humana desbordante. Desde el primer momento mi hijo conectó muy fácilmente con ella, gracias a su detección y respeto de los ritmos del niño y su paciencia, ha logrado crear con él una relación de confianza donde le está ayudando a desarrollarse.
En definitiva, una enorme profesional, respetuosa, paciente y amorosa en quien confío y a la que recomiendo a todos mis conocidos.
María García Sola