La Praxis en la infancia y su impacto en la vida diaria

Desde los primeros meses de vida, los niños exploran el mundo con su cuerpo y sus sentidos. Cada movimiento, desde sostener un juguete hasta abotonarse la camisa, es resultado de una serie de procesos cerebrales complejos que llamamos praxis. Pero, ¿por qué algunos pequeños parecen aprender estas tareas con facilidad mientras que otros luchan con ellas? La respuesta está en la forma en que procesan, planifican y ejecutan sus movimientos.

¿Qué es la Praxis y por qué es clave en el desarrollo infantil?

La praxis es la capacidad del cerebro para idear, planificar y ejecutar movimientos de manera organizada. Es un proceso neurológico fundamental que permite a los niños aprender nuevas actividades motoras, desde lo más simple hasta lo más complejo. Se divide en tres componentes esenciales:

  1. Ideación: El niño imagina la acción y su objetivo. Ejemplo: «Quiero construir una torre de bloques».
  2. Planificación motriz: Su cerebro organiza los pasos necesarios para lograrlo.
  3. Ejecución: Lleva a cabo la acción, ajustando sus movimientos según la necesidad.

Si la praxis está bien desarrollada, el niño realizará tareas cotidianas con fluidez y eficacia. Si hay dificultades, podría presentar dispraxia, un trastorno en la coordinación y planificación motora.

Importancia de la Praxis en las actividades de la vida diaria

Las actividades de la vida diaria incluyen tareas esenciales que permiten la independencia del niño. Estas se dividen en:

  • Básicas: Vestirse, alimentarse, asearse, usar los cubiertos, abotonar la ropa.
  • Instrumentales: Organizar su mochila, atarse los zapatos, preparar un bocadillo, usar tijeras.
  • Lúdicas y sociales: Juegos con reglas, deportes, manualidades, escritura.

Cuando un niño presenta dificultades en la praxis, puede tener problemas para realizar estas tareas, lo que afecta su autonomía, autoestima y participación en la escuela y el hogar.

Signos de alerta en la praxis infantil

Si tu pequeño muestra algunos de estos signos, podría beneficiarse de estrategias para fortalecer su praxis: 

✅ Dificultad para aprender nuevas destrezas motoras. 

✅ Problemas con la coordinación (torpeza frecuente, caídas, dificultad con el equilibrio).

✅ Le cuesta planificar sus movimientos (por ejemplo, no sabe cómo iniciar una acción). 

✅ Evita actividades como cortar con tijeras, pintar o abotonarse la ropa. 

✅ Se frustra fácilmente al intentar actividades motoras.

¿Cómo potenciar la Praxis en los niños?

La buena noticia es que la praxis se puede fortalecer a través del juego y terapias adecuadas. Aquí algunas estrategias:

Juegos de secuencias: Ayudan a mejorar la planificación motriz. 

Manualidades: Dibujar, recortar y pegar fortalece la coordinación ojo-mano y la destreza motriz. 

Deportes y actividades físicas: Bailar, jugar a la cuerda o practicar natación mejora la organización del movimiento. 

Rutinas estructuradas: Dar instrucciones paso a paso ayuda a los niños a planificar y anticipar acciones. 

Motivación y refuerzo positivo: Celebrar cada logro fortalece la confianza y el interés por mejorar.

La praxis es mucho más que moverse correctamente; es la base para que los niños se desenvuelvan con autonomía y confianza en su entorno. A través de actividades dirigidas, podemos ayudarles a mejorar su capacidad de planificación y ejecución motora, facilitando su desarrollo integral.

Si notas que tu pequeño tiene dificultades en sus habilidades motoras, en Salude contamos con expertos en integración sensorial y terapia ocupacional para acompañarlo en este proceso.

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